El clásico portugués que protagonizaran el Porto y el Braga tuvo como única estrella a Falcao, el colombiano fue el jugador desequilibrante que se necesitaba para conseguir el resultado a favor de los dragones.
La primera mitad fue relativamente pareja, ambos equipos saltaron al terreno de juego dispuestos a llevarse el título, uno con más opciones que el otro, pero ambos con hambre de gol. El Porto era más, pero el Braga no se resignaba a dejar de lado su leyenda de mata gigantes. El partido podría haberse inclinado para cualquiera, pero Falcao marcó la diferencia y en la agonía de la primera etapa anotó el ansiado 1 a 0 tras el pase de Guarín.
La furia azul se volcó de alegría la final era del Porto, y en la primera etapa, pero aun faltaba el tiempo complementario. El Braga debió salir más atrevido y arriesgado, de hecho algo de so tuvo, pero con el rival esto nunca es suficiente, es así que los azules defendieron el marcador con mucha garra y esfuerzo.
El Braga pudo cambiar la historia pero no le bastó y debió resignarse a la derrota, sin embargo no la entregó barata, todos los jugadores dejaron la vida en la cancha y el equipo perdió pero quedó de pie para el aplauso de una hinchada que nunca dejo de alentarlos.
Dublín y sus 50 000 espectadores fueron testigos de la primera final europea del mes, ahora queda esperar Wembley y saber quién será el rival del Oporto en la Supercopa de Europa, el Barcelona o el Manchester. Las apuestas corren.
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